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Héroes anónimos

La noche avanza y la tormenta se intensifica, la suave llovizna da lugar a una lluvia copiosa y furiosa, el cielo se ilumina cada pocos segundos con una seguidilla de relámpagos que estremecen. Adentro, todos secos, todos sentados, imperturbables charlamos en tono ameno con música de fondo. Se había terminado la cena y la sobremesa se extendía para una sesión de fotos. Afuera, el agua caía a raudales como no lo hacía desde hace meses... De golpe, el cielo se iluminó como nunca antes en la noche, por un instante fue casi de día, el estrépito del rayo silenció el salón y lo sumió en la oscuridad total... Por unos segundos, que parecieron años, todo el esfuerzo y todas las energías invertidas en la organización parecieron estallar en el aire y en la oscuridad del salón la fiesta desaparecía completamente... Todo parecía perdido hasta que de la nada, un héroe, de esos que no usan capa, comienza a cantar. Utilizando sólo su voz y sus palmas contagia primero a su mesa y luego a casi todo el...

Rodeado

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Silenciosos e inmutables, esperan cada cual en su posición, sin alterar en lo más mínimo el entorno. La familiaridad del escenario relaja mi guardia y sin prestar mayor atención me conduzco por el sendero de siempre. Llego a la casa y nada llama mi atención, todo está en su lugar, todo está igual y es en ese momento en que me doy cuenta: ¡Estoy completamente rodeado! Cuál ejercito de terracota, cada elemento de la casa me habla de un imperio pasado, de planes que se extendían por años, de ilusiones, de historias y momentos pasados, que quedaron seputltados... Todo está ahí, cada elemento representa un momento del pasado y cuenta historias de lo que ya fue. Cierro lo ojos y me dejo inundar de recuerdos, suspiro por lo que pudo haber sido y no fue, y sigo recordando viejos momentos e ilusiones... Lloro en silencio, lloro por los buenos momentos que pasamos, por los errores que cometí y por todo aquello que hubiese querido que fuera y que no fue. Ya afuera, el atardecer me ayuda a ente...

Remembering Harvey´s

A sunny and charm day suddenly became dark and cold, the wind started to blow faster and faster and in one second the landscape had dramatically changed. There were no place to hide from the storm. I got scared and desperate because every single thing I though was strong and rooted was destroyed by the furious storm. Alone, in the middle of the chaos I though about you and about us, at that moment not only the entire continent was between us, also the indifference... The heavy rain immediately soaked me, the drops had a salty taste. Inside, I was trying to find a place in which I felt confident, from where I could face up the storm. While outside, a small tear had traveled from my eye to my mouth and  it had taken me out from my personal devastation, in the lobby of the hotel I could see through the window the force of the Harvey´s hurricane. As Houston city had done after the hurricane, I have to rebuild me up.

Con la ayuda del santo Carlos

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La brisa fresca se lleva consigo, poco a poco, cada distracción y de repente el tiempo parece congelarse; el oleaje sereno marca el ritmo y al compás de esta melodía natural vuelvo a repasar las últimas escenas de lo que sería la película de mi vida. Jugando al editor avanzo, atraso o me detengo para volver a ver y sentir los pequeños detalles. Vuelvo a llenar los pulmones con el aire frío que baja en forma directa, y veloz, hacia mi. La mente sigue volando y los recuerdos circulan como arrastrados por el aire en mi interior, algunos parecen hechos de algodón y otros de papel de lija, pero todos me recorren. Cuando recupero la noción de espacio no sé exactamente cuanto tiempo pasó, sólo tengo frío y mil recuerdos separados recorriendo mi interior. El calor de un abrazo y charla con amigos es suficiente para que se pase el frío y que todas las islas de sensaciones se vuelvan a fundir en una sola, para formar un todo, mi existencia. Porque sin esos regalos de la vida que son los ...

Para vos Hermano

Un apodo puede definir muchos momentos al mismo tiempo, todos juntos. La palabra por sí sola no tiene el mismo significado, pero cuando la uso para llamarte hablo de la vida y queda en evidencia que te conozco. Te conozco desde que eras una lauchita escuálida, frágil e insignificante; una explosión de alegría subido a un pato amarillo en una calesita. Cuando andabas para todos lados con la Ale, cuando jugabas con Fiorela o con Agustina, Andrés y Elena. Cuando Don Rusciti venía a buscar a su Pino para que lo acompañe a hacer los mandados y te regalaba una pizza especial de Marimeli (sin huevo por supuesto). Cuando te burlabas de mamá porque no podía caminar bien, cuando protestabas para ir a la escuela, cuando me hinchabas para que te preste atención o cuando el viejo hablaba con su (gringuito) gringo. Mucha gente te busca con un apodo diferente: Pekerman, Pibin, Narigon, Mario, etc. En mi caso cuando digo tu apodo todos los recuerdos inundan mi mente junto, claro está, con el moment...

La fanfarrona

Cuando apareciste nada especial pasó, eras sólo una más. Quizás tenía demasiadas expectativas, todo el mundo te adula y vos haces gala de ello, fanfarrona. Eras coqueta, pero fría y banal; completando un primer retrato poco alentador. Para peor, conocerte no es lo que se dice fácil, no te gusta mucho hablar y sabes girar en seco para desorientar. Sin embargo, pasó. Tu aroma seductor en un principio me intrigó y luego tu melodía me atrapó... Quiero escucharte, verte y sentirte... Quiero recorrerte, cada centímetro, una y mil veces... Escucharía hasta el hastío todas tus historias y probaría con gusto cada uno de tus mil sabores... Parce que je t' aime Paris!

Sierras santafesinas

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Es una mañana fría y ventosa, camino por las calles del centro cuando un envoltorio de caramelo danzando al compás del viento se apodera de mi atención... Por unos instantes sigo con la mirada la trayectoria de ese trocito de plástico, que minutos antes fue arrojado a la calle por algún desconsiderado y que termina su viaje en un charco junto a una bolsa rota de basura sobre la vereda. Instantáneamente pienso en lo sucias que fueron las personas que arrojaron el papel, que sacaron la basura a deshora y quienes rompieron la bolsa para dejar todo desparramado... En mi arranque inquisidor me erijo como juez de una situación que considero intolerable, que desconocidos ensucien mi ciudad y que además nos expongan a todos descaradamente al contacto con la basura. Imagino castigos ejemplares para estas personas, obligarlas a que junten su basura y toda la basura de la ciudad por una semana o hasta un mes... Es imaginando el castigo cuando caigo en cuenta de que luego de juntar la bas...