Capacidad para sorprendernos

Hay algo que siempre he creido que se encuentra relacionado con la inteligencia, este algo es la capacidad de asombro frente a determinadas respuestas que emiten algunas personas en circunstancias especiales. Para explicarme mejor, cuando uno observa a alguien que es capaz de razonar o de entender determinada cuestión con mayor velocidad creo que es inevitable que surjan preguntas dentro de la mente de uno mismo. La mayoría de estas preguntas son de índole retorica, pero por lo general nos permiten entrenar el cerebro y explorar nuevas formas de pensar sobre algo que muchas veces realizamos casi mecánicamente pero que tiene profundas raíces en la lógica.
Relaciono este acto inconciente con la inteligencia porque cuando uno intenta entender que es lo que hace a la otra persona responder con mayor velocidad a determinado estimulo lo que hacemos en definitiva es replantearnos la forma en que almacenamos, procesamos y relacionamos datos. En síntesis, nos cuestionamos nuestra propia forma de pensar, intentado dilucidar cuál es el camino óptimo para emitir respuestas sensatas con mayor velocidad. Es por ello que creo que la capacidad de asombro es muy importante en las personas, porque de una forma u otra invita al autoanálisis y es una muestra de que nuestro cerebro se esfuerza por captar y entender el universo que nos rodea... Simplemente si uno pierde la capacidad de asombro es porque ya nada se escapa a su concepción de los hechos, esto quiere decir que es capaz de describir (y peor aún, predecir) todo lo que ocurre en su entorno. Pero como no existe una persona que sepa absolutamente todo el no asombro estaría indicando que la capacidad de captar el entorno del sujeto en cuestión es muy reducida, en definitiva estaríamos ante alguien que no es capaz de ver todo lo que sucede ante sí, con lo cual podemos afirmar que esta persona no es inteligente.
Esta es la forma en que creo que la capacidad de asombro está relacionada con la inteligencia. Incluso las mentes más brillantes se maravillan ante la genialidad de otra mente o de un evento que escapa a sus limites propios.
Un poco de reflexión para empezar la semana usando un poco la cabeza...

Comentarios

  1. Coincido plenamente contigo, Lea. No sé si tuviste alguna vez filosofía, pero cualquiera que haya tenido esta matería sabrá que el asombro es condición sine qua non para el filosofar. Quien cree tener todo sabido no tendrá interrogantes (y obviamente es o un necio o un tonto) mientras que el filósofo está replanteándose las eternas preguntas una y otra vez... El gran problema de esta sociedad actual es justamente el estar conformada por personas sin capacidad de asombro, por personas que creen que asombrarse es de niños y que los adultos ya lo saben todo. Siempre diciendo "ah, sí ya lo sabía", o A mi tambien me pasó, y más aun".
    Pidamos entonces ser como niños, que no se avergüenzan de asombrarse porque ellos están VIVOS!...
    Raúl Ignacio

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