Viva Las Vegas

En lo que llevo recorrido de USA es muy frecuente encontrar ciudades que no tienen alma, que son interminables repeticiones de las mismas franquicias, una y otra vez. Con eso en mente, y considerando que no me gusta apostar llegué a Las Vegas muy escéptico de que pudiera estar a la altura de la leyenda. Es que a priori, un grupo de casinos con clones de otras ciudades no se me antojaba como algo interesante.

Tengo que reconocer que la ciudad me impactó muchísimo, empezando por su personalidad. Es cierto que hay copias de monumentos y ciudades icónicas, pero incluso en esos casos se mantiene la esencia de Las Vegas. Podemos estar en la copia de del Palacio Ducal pero sabemos que aún estamos en Vegas, porque al construir estos lugares no se limitaron a copiar sino que tomaron la idea de las diferentes ciudades pero les imprimieron una impronta propia. Esto es muy difícil de lograr cuando no hay un estilo arquitectónico propio o característico. En este caso la impronta la dan los tipos de comercios, la aparición constantes de casinos y la imagen colectiva de lo que Las Vegas representa. Es a través de su imagen en la cultura popular que la ciudad consigue que los propios visitantes le terminen generando el alma. Porque Las Vegas es eso, la plaza San Marcos con locales comerciales y gente de fiesta. 

Toda la ciudad está construida para el disfrute, apuestas, espectáculos, bares, boliches, shopping, lo que se nos ocurra. Un pequeño asterisco, todo está diseñado para gastar y terminar en algún casino. Es que es una ciudad en donde se camina mucho pero en donde casi no hay lugares para sentarse fuera de los casinos (comparado con el volumen de gente circulando). Por dar un ejemplo, la mayoría de los cafés tienen menos de 30 mesas y tampoco hay muchos bebederos de agua, lo cual es raro para una ciudad Estadounidense, sobretodo en el medio del desierto. 

Si hay algo realmente impactante es la ingeniería de la ciudad, es un oasis en el medio del desierto con espectáculos de fuentes danzantes al aire libre, aire acondicionado a pleno y pantallas gigantes de todas las formas posibles. Al interior de los edificios se encuentran espacios enormes completamente cargados de alfombras, candelabros, estatuas y todos los lujos posibles. 

Si tengo que pensar en las ciudades que más me gustaron hasta ahora de USA, Las Vegas probablemente no sea parte del top. Sin embargo, me parece una ciudad única en su clase que no creo que tenga parangón en su estilo. Una experiencia que hay que regalarse.