Memorias de un Flaneur: Barrio Alfonso - Invierno

 Viene de Memorias de un Flaneur: Barrio Alfonso - Otoño

Con este post llegamos al final de la serie correspondiente a barrio Alfonso, con estos diálogos que abarcan hasta la actualidad. Pasado el otoño se instaló este invierno cruel que azota la relación del barrio con los vecinos y que se manifiesta en una distancia y resentimiento mutuo palpable en el aire, una apatía y rencor que ya no invita sino que expulsa. Ya no queda ningún puente de diálogo tendido y todo el barrio invita a su abandono.

Fallan los servicios, las calles y las veredas están demolidas, haciendo su acceso por cualquier medio muy difícil. Ya casi no queda vida social en la calle y la delincuencia prolifera. Es sencillamente devastador, lo que otrora fuera un barrio humilde pero cálido y lleno de vida, es hoy un páramo frío y estéril, con muy poca gente transitando sus veredas, que a la vez ya casi no tienen árboles.

Cuando lo visito, la mayoría de los vecinos son completos desconocidos, no sólo para mi sino para mi familia que continua viviendo en el barrio, es como si todos fuéramos turistas en lugar de vecinos. Gran parte de esto se debe a que ya casi no quedan actividades porque no hay plazas, no hay cafés, no hay museos, no hay bibliotecas, ni cines, ni bares, ni heladerías, no hay nada. Nada invita a quedarse, nada invita a la pausa, es completamente utilitario.

Aunque la relación se haya enfriado hasta este punto y aunque pareciera que marchamos a una era glaciar, me gusta creer que esto es sólo parte del ciclo de estaciones y que en poco tiempo nos espera una nueva primavera para que el barrio, y su relación con los vecinos, renazca y vuelva a florecer. Es por eso que no queda otra opción que volver a plantar.

En breve, nuevas memorias de otros barrios de varias ciudades del mundo.