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Memorias de un Flaneur: Barrio Alfonso - Otoño

 Viene de  Memorias de un Flaneur: Barrio Alfonso Primavera-Verano . Fue un día lluvioso y gris de Abril el que marcó definitivamente el comienzo del otoño simbólico de esta relación y del diálogo con todos los vecinos. De aquí en más se perdió el calor, el color y se marchitaron las flores, pero sobretodo se borró del horizonte cercano la posibilidad de rebrote y de volver a florecer. Fue exactamente el mismo día para todo el barrio, el 29 de Abril de 2003, el día de la inundación. La década de los 90 y la crisis del 2001 estaban llevando al barrio lentamente a la ruina, pero los vecinos nos resistíamos a que así fuera y se mantenía la comunidad. Sin embargo, esto cambió desde el día que el agua cubrió completamente las casas casi hasta el techo. Empezando por el mensaje claro y directo de que ya no era un lugar seguro para nadie, ya no nos sentíamos protegidos ni conectados. Ver el barrio desde los techos o flotando sobre una canoa socavó cualquier resquicio de seguridad y l...

Memorias de un Flaneur: Barrio Alfonso Primavera-Verano

Viene de: Memorias de un Flaneur: Revelación. Reconstruir diálogos es una tarea complicada sobretodo cuando no se da en forma consciente y sólo quedan las emociones de lo que en su momento suscitó. En este sentido los diálogos con barrio Alfonso van a ser divididos en tres partes: Primavera-Verano, Otoño e Invierno, en orden cronológico. La asimetría inicial era total, yo no sabía bien quién era todavía y del otro lado había un barrio gigante, en expansión. Esta es la época más apelmazada en los recuerdos y la que cubre un rango más amplio, desde mediados de la década de los 80 hasta entrados los años 2000. Desde siempre el barrio tuvo un aire un tanto ambiguo, super amable durante el día y la tarde, pero completamente hostil durante la siesta y la noche. En particular la siesta, no había movimiento, todos los locales cerrados el aire caliente y pesado (casi todo el año), el brillo intenso y el peligro. El mensaje era claro, no había que salir a la siesta, te robaban la bicicleta, los ...

Memorias de un flaneur: Revelación

Fue leyendo Memorias del Ángel Gris que finalmente me di cuenta de lo que estuvo pasando todos este tiempo, desde que tengo memoria al menos. Esa voz constante, que parecía no provenir de ningún emisor externo, que se hacía presente aún en el más absoluto silencio, y que aunque con ligeros cambios en el tono, siempre estaba presente. Esa voz es en realidad parte de una conversación, completamente asimétrica, que se da en forma continua con los diferentes barrios en los cuales me encuentro. Los barrios tienen diferentes formas de comunicarse, sin embargo al carecer de lenguaje formal, la comunicación se vuelve sutil y críptica, se esconden los mensajes en sensaciones que uno debe intentar deducir. Este echo, sumado a mi ignorancia total de la situación hasta el momento de la revelación, hicieron que el diálogo haya permanecido en el escondite perfecto, en un torrente constante y enmascarado de señales y emociones. La combinación de estos factores vuelven la tarea de reconstruir los diál...