Memorias de un flaneur: Revelación
Fue leyendo Memorias del Ángel Gris que finalmente me di cuenta de lo que estuvo pasando todos este tiempo, desde que tengo memoria al menos. Esa voz constante, que parecía no provenir de ningún emisor externo, que se hacía presente aún en el más absoluto silencio, y que aunque con ligeros cambios en el tono, siempre estaba presente. Esa voz es en realidad parte de una conversación, completamente asimétrica, que se da en forma continua con los diferentes barrios en los cuales me encuentro. Los barrios tienen diferentes formas de comunicarse, sin embargo al carecer de lenguaje formal, la comunicación se vuelve sutil y críptica, se esconden los mensajes en sensaciones que uno debe intentar deducir. Este echo, sumado a mi ignorancia total de la situación hasta el momento de la revelación, hicieron que el diálogo haya permanecido en el escondite perfecto, en un torrente constante y enmascarado de señales y emociones. La combinación de estos factores vuelven la tarea de reconstruir los diál...